25 febrero, 2008

Discurso de La Senadora Rosalinda López, Torre de Pemex 24 Febrero 2008

El día de hoy el movimiento en defensa del petróleo vislumbra una nueva etapa que ratificará nuestra firme decisión de proteger el patrimonio de la nación a través de acciones de resistencia civil pacífica.

Nuestro movimiento pacífico se inscribe en el marco de las acciones admitidas en una auténtica democracia, porque ésta no se agota con el simple ejercicio del voto, eso quisieran los adversarios políticos que el pueblo se mantuviera callado, sumiso, sereno ante la entrega irresponsable, inmoral del patrimonio nacional.

Por el contrario, quienes libremente formamos parte de este movimiento estamos obligados a ejercer en forma integral nuestros derechos civiles y políticos, sí por la vía pacífica, pero sin ceder ni un centímetro en la defensa de la riqueza energética.

Sabemos que los riesgos de la represión estarán presentes, y los medios de comunicación dominados por la mafia arreciarán sus vulgares ataques para tratar de desacreditarnos.
Pero contamos con el apoyo popular, nos anima que después de casi 70 años de la expropiación petrolera decretada por el General Lázaro Cárdenas del Río, el pueblo de México mantenga la firme convicción de que el petróleo debe seguir bajo dominio de la nación y de que PEMEX genera los recursos suficientes para su fortalecimiento.

Privatizar la riqueza país ofende doblemente al pueblo de México, primero porque se trata de un acto de traición a la patria, y segundo, porque la intentona privatizadora proviene de un gobierno usurpador, de esa minoría voraz que se siente dueña de México y que en el 2006 robó la voluntad popular.
No nos engañan, bursatilización, asociación, coinversión, autonomía de gestión y demás propuestas similares que se hacen en nombre de la modernización de PEMEX, no son otra cosa que una privatización disfrazada, que buscan sacar al Estado de la toma de decisiones con respecto a la paraestatal.
¡Pobre modernización, cuántos crímenes y atracos se comenten en su nombre!.
Ante esta situación de emergencia en que se encuentra el país y en nombre de la Comisión Coordinadora en Defensa del Petróleo, ponemos a consideración de esta Asamblea la propuesta de acciones de resistencia civil pacífica que se pondrían en marcha progresivamente en todo el país.
Como parte de esta Primera Etapa continuaremos con las jornadas de constitución de los Comités Coordinadores Estatales, de Brigadas Patrióticas y Brigadas Permanentes de Información en plazas públicas, Universidades, foros, municipios, villas, pueblos, rancherías, colonias y barrios.
Al momento en que sea presentada la iniciativa privatizadora, nuestra Segunda Etapa, consistirá:

1.- Huelga Legislativa, a cargo de los Grupos Parlamentarios en el Congreso de la Unión de los partidos políticos que integran el Frente Amplio Progresista;
2.- Inmediatamente, se instalarán cercos ciudadanos en las instalaciones de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados;
3.- En los Estados, reforzaremos las acciones de los legisladores federales con cercos ciudadanos en los palacios de Gobiernos Estatales y Congresos Locales.

En caso de que la iniciativa privatizadora no sea retirada, el movimiento será convocado por el Frente Amplio Progresista, Legisladores Federales, y la Comisión Coordinadora en Defensa del Petróleo a iniciar las siguientes acciones escalonadamente:

1.- Cercos ciudadanos a los aeropuertos del país;

2.- Cercos ciudadanos a las instalaciones administrativas estratégicas petroleras y financieras;
3.- Bloqueos ciudadanos a carreteras en todo el país; y
4.- Paro Patriótico Nacional

Mexicanos y Mexicanas:

No hay de otra. Es la única opción que nos dejan quienes mantienen una alianza vergonzante en contra de la nación.

Hoy les decimos a los enemigos de México que pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, la resistencia civil pacífica crecerá y no dejará de movilizarse hasta que cesen los intentos de entregar el patrimonio del país al capital privado, nacional y extranjero.

La historia nos llama, el destino de la patria está en nuestras manos.

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