El día jueves 13 de diciembre, el Fisgón expuso aspectos clave de la justicia en México. Comentó la importancia que tiene el aparato de justicia en un país para su equilibrio interno, y como en México este equilibrio se está fracturando con este Estado que se ha vuelto un Estado delincuencial.
El Fisgón comentó también cómo ha sido la impartición de justicia a través de las distintas épocas de nuestra historia, como en época de Porfirio Díaz se le preguntaba cuál debía ser el resultado de un juicio y como el exceso del poder judicial fue uno de los detonadores en 1910, sin embargo al triunfo de la Revolución cambian las leyes pero no los jueces, que siguen siendo los mismos que cometían los abusos en época de Díaz.
A través del siglo XX hemos visto como la impartición de justicia parece estar en un mundo al revés, pues los atropellos y delitos imputados a personas honestas han sido constantes, siendo político el verdadero motivo de meter a alguien a la cárcel –para citar algunos, los casos de Demetrio Vallejo y Valentín Campa- y como los delincuentes han sido protegidos por el aparato de justicia. Salen libres asesinos y mafiosos y son encarcelados líderes sociales. Atrocidades como las cometidas por Acosta Chaparro nunca fueron castigadas y así vemos el círculo de impunidad que se crea al ser encubiertos los delincuentes políticos por quienes les suceden.
Salinas al asumir el poder lo primero que hace es hacer un juicio a su enemigo político, y aunque la Quina no es una persona honesta a quien se pueda defender, sí le siembran un cadáver y armas para acusarlo. La característica de la justicia sexenio tras sexenio es exonerar las grandes atrocidades, con el aval del ejecutivo, y se puede citar como ejemplo el caso de Echeverría, que nunca fue juzgado por el genocidio del 68.
Al llegar el PAN al poder la tónica es la misma, pues fraudes demostrados nunca son castigados, como el gran fraude que cometió Martha Sahagún con Vamos México, o el gran fraude de los hermanos Bribiesca, o el gran fraude de Carmen Segura, o el mismo caso de los Amigos de Fox. Al ser impuesto el pelele de Calderón encubre y no investiga ninguno de estos casos. En el sexenio de Fox comienza la impunidad empresarial, existen casos como el de Cabal Peniche o el Divino, donde se consagra la impunidad a empresarios delincuentes y se empieza a negociar la justicia como en este sexenio están haciendo el PRI y el PAN, donde a cambio de impunidad para gobernantes delincuentes, como Mario Marín, se aprueban reformas estructurales.
Sin embargo, el caso más aberrante en el sexenio Foxista es el caso del desafuero de nuestro Presidente Legítimo, Andrés Manuel López Obrador, donde claramente se rebela la maquinaria completamente corrupta del poder judicial. La justicia se ha convertido en una moneda de cambio.
En este sexenio, con el espurio Calderón, suceden cosas muy graves, como la exoneración de Mario Marín, un caso de impunidad muy documentado, y que muestra a qué grado el Estado se ha vuelto delincuencial. La valiente periodista Lydia Cacho, investiga y denuncia la red de pederastia vinculada a políticos y a cambio se le abre un juicio a ella y no se castiga a quienes con infinidad de pruebas denuncia.
La excelente plática del Fisgón fue complementada por uno de los integrantes del Círculo de Estudios, quien comentó la gravedad de las reformas penales aprobadas por la Cámara de Diputados el día de hoy, y que vienen a instaurar un Estado delincuencial que se vuelve policial. Explicó la gravedad de que a partir de hoy cualquier sospechoso pueda ser detenido por alguna de las 1665 policías que existen en México, allanada su casa, cateándolo, espiándolo, etc, y sin ninguna orden judicial de por medio. Concluyó que es muy peligroso para la ciudadanía que de ahora en adelante se legalicen estas prácticas y que cualquiera que sea considerado enemigo para el gobierno pueda ser detenido.
*Crónica de Tere Moreno para Redes Universitarias y Círculos de Estudio
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